Son las 7 pm en un día de febrero de 2013. En una pequeña aldea de Rajasthan entramos a una pequeña sala en una vivienda justo al borde del estanque de la aldea. Esta sala es iluminada por dos lámparas de tormenta que son recargadas durante el día por paneles solares. Aproximadamente 30 niñas de entre 6 a 14 años de edad, acompañadas por 4 o 5 niños están sentados contra las paredes en este suelo de tierra revuelta. El Barefoot College fundado por Bunker Roy hace 40 años ha organizado 110 noches de escuela para hijos de agricultores pobres de la región colindante de Tilonia. Cada aula alberga cinco clases al mismo tiempo, impartidas por un maestro.
El maestro es un poco más mayor que el mayor de los estudiantes. Cuando la clase empieza hay gritos de alegría. El maestro pone en el suelo una serie de tarjetas de cartulina blanca en que hay escritas silabas en Hindi. Tan pronto como una estudiante ve dos silabas que pueden formar una palabra, se apresura a tomar las tarjetas, se las muestra a los demás y explica el significado de la palabra. A veces más de un estudiante se levanta a recoger las mismas tarjetas lo que provoca risas de confusión.
Entonces se escribe una larga frase en un círculo con las tarjetas y los estudiantes deben caminar alrededor del circulo leyendo la tarjeta. En grupos de dos, las niñas cantan coplas sobre la lluvia (la lluvia es tan escasa en Rajasthan que todos rezan para que venga), la cosecha y los animales de granja, explicando en mimo los temas mientras cantas mientras otros hacen los coros. La noche continua con actividades divertidas hasta las 10 pm, y los niños están constantemente interesados y saltan a la oportunidad de responder cada pregunta formulada por el maestro. Sus caras están animadas, sin ningún signo de distracción o fatiga.
Sin embargo, estas niñas no son como otros estudiantes. Han pasado el día cuidado 1 o 2 vacas o 4 o 5 cabras.
Sita tiene 14 años. El maestro le pregunta cuántos litros de leche produce su vaca cada día. «Cuatro» responde Sita. «¿Cuántas vacas tienes que cuidar?» «Tres». «¿Cuántos litros de leche se consigue en total en 15 días?» Sita va a la pizarra, hecha por las mujeres de la aldea en Barefoot Collage, toma un trozo de tiza (fabricada por jóvenes discapacitados del centro de estudios) de su bolsillo y escribe la multiplicación. Inmediatamente otras tres niñas la acompañan, revisando los números que escribe y susurrando su consejo. En estas clases a los estudiantes no se les castiga por ayudarse entre sí cuando el maestro hace una pregunta; se considera una reacción normal. Todo el proceso de aprendizaje se lleva a cabo con espíritu de cooperación y está vívidamente asociado a la vida cotidiana.
Los niños de la escuela nocturna también han formando un «Parlamento de los niños» con 40 diputados, la mayoría de ellos niñas. Es el único parlamento del mundo que funciona todo el año y se reúne una vez al mes para discutir temas que afectan la vida de los niños. De esta forma pueden ser conscientes de sus derechos y no dudan en hacer las preguntas más delicadas cuando ciertos niños son víctimas de abuso. Los padres de los niños también se lo toman en serio y una delegación de padres asiste (en silencio) con los líderes de la aldea a las deliberaciones del Parlamento. Los niños también hacen campaña en las aldeas durante el periodo de elecciones, cada dos años, y de esta forma aprenden los principios de la democracia.
El Parlamento de los Niños en Rajasthan ha resultado ser más eficiente que lo previsto y ha ayudado significativamente a mejorar las vidas de los niños en la región. Bunker Roy explica cómo cuando el Parlamento recibió un premio en Suecia, la primera ministra del Parlamento, que es una niña de trece años, conoció a la Reina de Suecia. Impresionada por la seguridad calmada de la niña en medio de dignatarios adultos, la Reina le preguntó «¿Cómo es que tienes tanta seguridad en ti misma?» a lo que la niña de la aldea respondió «Soy primera ministra, Su Majestad».
El Barefoot College y nuestra asociación, Karuna-Shechen, han desarrollado una alianza activa para programas de electrificación solar y recogida de aguas de lluvia en India y Nepal.