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Rajgir y el Pico del Buitre

Rajgir es el lugar donde el Buda enseñó la Perfección de la Sabiduría Trascendental (Prajna paramita), en el Pico del Buitre, dieciséis años después de su iluminación, a un grupo de 5 000 monjes, monjas y laicos, al igual que a incontables bodisatvas. La enseñanza es conocida como el segundo giro de la Rueda del Dharma y su foco está en comprender el significado del ‟vacío”, sunyata, el cual es la naturaleza esencial del fenómeno.

Cuando el budismo indica que el vacío es la naturaleza esencial de las cosas, significa que las cosas que vemos a nuestro alrededor, el fenómeno de nuestro mundo carece de alguna existencia autónoma o permanente.  Pero el vacío no es, para nada, un espacio vacío o la ausencia del fenómeno, tal como lo pensaran alguna vez los analistas occidentales del budismo.  El budismo, en absoluto, adhiere a alguna forma de nihilismo o creencia en la nada. La nada no corresponde a la no existencia.  Si no puedes hablar de una existencia real, entonces no puedes hablar de la no existencia tampoco. El Tratado sobre la Gran Perfección de la Sabiduría dice lo siguiente: ‟Aquel que tiene una fijación en el vacío es considerado incurable”. ¿Por qué incurable? Si bien una creencia en la existencia real del fenómeno se disipa con la meditación en el vacío, si te apegas al vacío mismo, haciéndolo un objeto de tu creencia, caes en nihilismo. El mismo texto continúa diciendo lo siguiente: ‟Consecuentemente, el sabio no se rige por el ser o el no ser”.

Según el budismo, aprender a comprender la irrealidad esencial de las cosas es una parte integral del camino espiritual. El conocimiento de nuestros espíritus y el conocimiento del mundo son mutuamente esclarecedores y fortalecedores. El objetivo esencial de ambos es disipar el sufrimiento.

Rajgir es también el lugar donde Sariputra y Maudgalyayana, los dos discípulos más famosos del Buda adoptaron el budismo, y donde el Buda domesticó a un elefante salvaje.

El Rey Ajatasatru tenía un elefante feroz. El primo celoso de Shakyamuni, Devadatta, al haberse enterado de que el Buda estaba llegando a Rajgir, hizo planes para hacer que el elefante escape. A medida que el Buda se acercaba a la ciudad, Devadatta fue a la terraza del palacio para ver cómo moría el Buda, pero cuando el elefante se acercó apresuradamente al Buda, el Iluminado domesticó al elefante con unas cuantas palabras y la feroz bestia se arrodilló a sus pies.

En Rajgir, el Rey Bimbisara les ofreció el Veluvana Bamboo Grove a los seguidores del Buda. El lugar era ideal para una orden monástica, ya que no estaba muy cercano a la ciudad, era calmo y tenía suaves vientos y agua fresca. Por lo tanto, era apto para la práctica de la meditación y aquí, Shakyamuni pasó el primer retiro en temporada de lluvias después de su iluminación. Volvería a este lugar para varios retiros en temporada de lluvias años más tarde.

El viaje final de la vida del Buda, la cual culminó con la Mahaparinirvana (muerte) en Kushinagar, comenzó en Rajgir.

Después de este episodio, el Primer Consejo, una asamblea de 500 monjes presidido por el heredero espiritual y gran discípulo del Buda, Mahakashyapa, se reunieron bajo el apadrinamiento del Rey Ajatasatru en la Cueva Shrataparna, cerca de Veluvana Grove, y compilaron, de memoria, todas las enseñanzas del Buda. Es por eso que todos los sutras (los sermones del Buda) comienzan con la frase: ‟He aquí lo que escuché, en tal lugar y en tal momento…” Se dice que el sobrino del Buda, Ananda, quien acompañó al Buda en toda su vida y escuchó infinita cantidad de sus enseñanzas, no debía asistir al encuentro, porque todavía no se había convertido en un arhat. Como había pasado toda su vida sirviendo al Buda, no podía participar en prácticas espirituales ininterrumpidas. Pero Ananda se sentó en una meditación de un punto toda la noche y, gracias a su vasta reserva de méritos que había acumulado por servir al Buda lealmente, al amanecer, alcanzó el arhatship y participó del Consejo.

imageDilgo Khyentse Rinpoche ofrece los símbolos del cuerpo iluminado, palabras y mente, a Rabjam RinpocheimagePlegarias en la cima del Pico del Buitre