Pensamiento de la semana
La tercera forma de pereza es no ser consciente de lo que es realmente importante. Por ejemplo, no darse cuenta de que es esencial darle sentido a nuestra existencia y pensar que hay cien pequeñas tareas por completar antes de dedicarnos a lo que realmente importa en la vida. Obviamente, estas tareas seguirán acumulándose como las olas del océano. Uno puede esperar que las olas cesen algún día, pero a menos que abandonemos nuestras actividades, incluso las incompletas, nunca habrá un fin. El riesgo entonces es nunca preocuparse por lo que realmente importa.
Matthieu RicardQuand la mort éclaire la vie p.112