En primer lugar es importante comprender que lo que se denomina reencarnación en el Budismo no tiene nada que ver con la transmigración de una “entidad” similar a un “yo” autónomo. No se trata de un proceso de metempsicosis.
Siempre y cuando se piense en términos de entidades en vez de en función y continuidad de la experiencia, será imposible comprender el concepto budista del renacimiento. Según se dice, «ningún hilo atraviesa las cuentas del collar de los renacimientos.»
A través de renacimientos sucesivos, lo que se conserva no es la identidad de una «persona» sino el condicionamiento de una corriente de consciencia.
(continuará)