Es con inmensa tristeza que nos enteramos de la intempestiva muerte de nuestro querido amigo y mentor Gene Smith.
Gene fue una de esas personas notables que surgen una o dos veces en un siglo, increíblemente culto, con una dedicación total y completamente desinteresado.
En cualquier momento de la historia, él se hubiera erigido como el ejemplo perfecto de un intelectual auténtico y consumado.
Desde 1968 hasta 1985, Gene dirigió incansablemente el programa de adquisiciones de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos en India (y se convirtió en Director de Campo en 1980). Había pautado que la Biblioteca permitiría la impresión de varios centenares de copias de cada volumen al adquirir alrededor de 20 copias a un precio relativamente alto.
No cabe duda alguna de que así se transformó en la fuerza más poderosa detrás del salvamento de miles de volúmenes de la literatura tibetana. Su iniciativa inspiró a cientos de tibetanos para volver a imprimir textos raros, algunas veces únicos, que podían llevar con ellos al huir al Tibet.
En su amplia casa en Delhi, completamente llena de libros tibetanos, días tras días, durante años, Gene estudiaba a fondo los volúmenes que habían llegado a él, decidía cuál era la relevancia de su publicación y escribía una introducción académica.
Siempre era una escena llena de vida verlo descubrir con gran alborozo un manuscrito muy extraño entre las pilas de libros que la gente le acercaba o, algunas veces, regañar a algunos interlocutores aterrorizados por traerle volúmenes adulterados, incompletos o desordenados.
Tuve la preciada oportunidad de verlo a menudo, dado que fui durante varias temporadas a Delhi para imprimir diversas colecciones de libros para mi monasterio Orgyen Kunsang Chökhorling (monasterio de Kangyur Rinpoche y Pema Wangyal Rinpoche en Darjeeling) en los años 70, y en una de esas ocasiones, me ofreció su hospitalidad durante muchos meses, rescatándome del terrible calor de los implacables veranos de la vieja Delhi. Posteriormente, lo veía con frecuencia cuando él estaba recibiendo a Kyabje Dilgo Khyentse Rinpoche, que acostumbraba a quedarse con él cuando recorría Delhi. Gene también fue un modelo de franca hospitalidad.
La comunidad tibetana de eruditos tenía un gran respeto por él, por su saber insondable, su memoria sorprendente y su gran visión para detectar instantánea y casi mágicamente el más pequeño error en un texto.
En 1999, Gene fundó el Centro de Recursos Budistas Tibetanos (TBRC), una biblioteca física y virtual, que es la colección más grande de literatura tibetana, a nivel mundial, guardada en un único lugar.
En enero de 2010, los representantes de más de 300 monasterios budistas tibetanos en el Tibet, India, Nepal y Bhutan nominaron de manera unánime a Gene Smith para recibir un premio por los logros de toda su vida, por su contribución para preservar la literatura y la herencia espiritual tibetanas.
Conservaremos en nuestros corazones, con afecto y admiración, a quien el fallecido Kyabje Dilgo Khyentse Rinpoche acostumbraba a llamar afectuosamente ‟Mahapandita Jamyang Namgyal” «El Todo Gran Victorioso Manjushri Pandita”, un nombre más que merecido.
Dilgo Khyentse Yangsi Rinpoche, Rabjam Rinpoche y todos nosotros, actualmente en Sarnath, estamos ofreciendo nuestras más sentidas plegarias.
Un recuerdo de una reciente reunión en Nueva York