El 9 de diciembre, el Parlamento Europeo votó sobre la legalidad de la pesca en aguas profundas (‟profundidades marinas” o ‟pesca de arrastre de fondo”). La frágil y rica biodiversidad del fondo marino se ha formado después de decenas de miles de años. Hoy en día la estamos destruyendo brutalmente. ¡Es como si la catedral de Notre Dame fuera derribada con excavadoras mecánicas! De hecho, 10 barcos pesqueros de arrastre pueden destruir un área del tamaño de París en menos de 2 días.
¿Cuál es el propósito de esta destrucción? Producir filetes de pescado baratos para los supermercados de los países más ricos.
Los científicos describen la pesca de arrastre en aguas profundas como la acción más destructiva de la historia. Enormes y pesadas redes raspan el lecho marino a 1800 metros de profundidad y devastan ecosistemas de miles de años de edad, y en el proceso, también atrapan especies vulnerables, algunas de las cuales están en vías de extinción.
La Asociación Bloom, encabezada por Claire Nouvian ha hecho un trabajo notable para difundir información al respecto y ha llevado a cabo incansables campañas para lograr que el Parlamento Europeo prohíba la pesca de arrastre en aguas profundas. Eso ocurrió el 9 de diciembre de 2013.
Los grupos de presión a favor de la pesca de arrastre en aguas profundas y sus aliados políticos lucharon arduamente para evitar el voto, lo que reveló el abominable despliegue de egoísmo institucionalizado.
Hasta la fecha, más de 600,000 personas han firmado la petición de Bloom al presidente francés y a otros funcionarios, y ahora la petición está circulando por medio de Avaaz. Tú puedes agregar tu firma
en el sitio web de Avaaz.
Lee también sobre el
apoyo que hemos aportado
a las acciones de la Organización Bloom.