Un investigador japonés especialista en la risa participó en un encuentro entre el Dalái Lama y un grupo de científicos y filósofos organizada por el Mind and Life Institute, al que pertenezco. El distinguido investigador tenía programada una presentación para el quinto y último día del encuentro. Durante la semana, raramente intervino y muy poca veces sonrió. Así es que todos estábamos aún más ansiosos e intrigados por oír su presentación. Resultó ser que este académico tenía un sentido del humor bastante seco. Él explicó que un grupo de cien personas que padecían diabetes fue invitado a asistir al espectáculo de uno de los cómicos más populares de Japón. Todos tuvieron su buena dosis de risas durante más de una hora. Las muestras de sangre que se les tomaron al final del espectáculo mostraron una disminución significativa del nivel de una proteína presente en la sangre relacionada con los síntomas de la diabetes.
Al día siguiente, se invitó al mismo grupo a oír una presentación académica de un profesor universitario. Cuando se les tomaron muestras de sangre al final de la conferencia, resultó que el nivel de la misma proteína no había disminuido sino, al contrario, había aumentado levemente.
El científico japonés luego dio su veredicto con gran seriedad: ‟La conclusión de este estudio es: si tiene diabetes, no vaya a oír una presentación académica». ‟173- Un investigador japonés especialista en la risa participó en un encuentro entre el Dalái Lama y un grupo de científicos y filósofos organizada por el Mind and Life Institute, al que pertenezco. El distinguido investigador tenía programada una presentación para el quinto y último día del encuentro.
Durante la semana, raramente intervino y muy poca veces sonrió. Así es que todos estábamos aún más ansiosos e intrigados por oír su presentación. Resultó ser que este académico tenía un sentido del humor bastante seco. Él explicó que un grupo de cien personas que padecían diabetes fue invitado a asistir al espectáculo de uno de los cómicos más populares de Japón. Todos tuvieron su buena dosis de risas durante más de una hora. Las muestras de sangre que se les tomaron al final del espectáculo mostraron una disminución significativa del nivel de una proteína presente en la sangre relacionada con los síntomas de la diabetes.
Al día siguiente, se invitó al mismo grupo a oír una presentación académica de un profesor universitario. Cuando se les tomaron muestras de sangre al final de la conferencia, resultó que el nivel de la misma proteína no había disminuido sino, al contrario, había aumentado levemente.
El científico japonés luego dio su veredicto con gran seriedad: ‟La conclusión de este estudio es: si tiene diabetes, no vaya a oír una presentación académica». «Del mismo modo, Marcel Pagnol escribió: «La risa es algo que Dios le dio a los hombres para consolarlos por ser inteligentes».
Luego finalizó con una pregunta al Dalái Lama: ‟Su Santidad, ¿puede decirnos cuál fue el momento más feliz de su vida?». Un silencio lleno de expectativa inundó la sala, poblada por una docena de científicos, algunos académicos budistas y meditadores, y cien invitados. El Dalái Lama hizo una pausa, miró al espacio, como si buscara una respuesta en lo profundo de sí mismo, y luego, de repente, se inclinó hacia delante y le dijo al académico japonés con voz resonante: «Creo que… ¡ahora!‟.
Todos comenzaron a reírse y el encuentro se dio por finalizado.Complacido, el académico japonés se estaba riendo con entusiasmo.
Del libro fotográfico reciente 108 Sourires