Esa es una pregunta que el Dalai Lama recibe con frecuencia. Su respuesta común es bromear, ‟¡Pobre budismo! Rechazado por las religiones como una filosofía atea, una ciencia de la mente; y por los filósofos como una religión—el budismo no encuentra hogar en ningún lado. Pero quizás esa sea una ventaja que le podría permitir al budismo construir puentes entre las religiones y las filosofías”.
En esencia, podríamos decir que el budismo es un camino de transformación hacia la iluminación, una ciencia contemplativa, y una rica tradición filosófica desde la cual deriva una sabiduría aplicable a cada instante y en todas las circunstancias.