‟Hacer reír a los que regresan de los campos con las manos tan rígidas que no pueden cerrarlas, a los que salen de la oficina con sus pequeños pechos oprimidos habiendo olvidado el sabor del aire, a los que regresan de la fábrica con la cabeza gacha y la espalda hecha trizas, con los pliegues de los dedos manchados de aceite negro, hacer reír a los que se acercan a la muerte, a los que han perdido a su madre. Aquel que les hace olvidar por un momento sus penas, su fatiga, sus ansiedades y la muerte misma, quien hace reír a los que tienen muchas más razones para llorar, les da la fortaleza para vivir y es amado como un benefactor». Marcel Pagnol – Le Schpountz
Resulta que la risa también es buena para la salud. Al producir un estado de relajación y bienestar, la risa reduce el nivel de estrés. Varios estudios han demostrado que la risa estimula el sistema inmunitario, desacelera el ritmo cardíaco, disminuye la presión arterial y reduce la sensibilidad al dolor. Este último efecto se relaciona con la producción de endorfinas liberadas durante la risa, que tienen un efecto analgésico.
En India, la gente practica el «yoga de la risa”. Yo mismo pude presenciar este feliz evento en un parque en Delhi. Un grupo de personas más bien ancianas se sentaron en círculo en un parque a la sombra de un árbol alto. El maestro de ceremonias comenzó a reír. Durante algunos segundos, su risa parecía artificial, pero pronto comenzó a verse verdaderamente involucrado en el juego y empezó a reírse con ganas. Le siguieron los demás miembros del grupo, y no pasó mucho tiempo hasta que todos estuvieron descostillándose de la risa sobre el césped. Ahora existen talleres de la risa en Occidente, y varias publicaciones han abordado específicamente los beneficios de la risa. Del libro fotográfico reciente 108 Sourires