Durante el reciente terremoto que afectó a la ciudad de Yushu (Kyerku en tibetano) y sus áreas cercanas, los monjes de nuestro monasterio Shechen, ubicado a 150 kilómetros de distancia, estuvieron entre los primeros de muchos grupos de monjes budistas que se unieron a los equipos de rescato. En especial, los monjes Shechen pudieron rescatar a una niñita con vida de entre los escombros.
Nuestra asociación, Karuna-Shechen, ha estado activa en el área durante los últimos diez años. Además, hemos estado dando apoyo a una clínica quirúrgica en el mismo Yushu, que se está ocupando de muchos pacientes desamparados. Aunque seguimos aguardando novedades más detalladas, algunas conversaciones que tuvimos con amigos locales indican que la clínica ha sufrido un grado avanzado de destrucción.
En muchas catástrofes naturales como esta en general ocurren dos dramas: primero la tragedia inmediata, con una gran cantidad de víctimas que necesitan ayuda inmediata. Unos meses después, los medios de comunicación y las organizaciones de ayuda dedicadas a intervenciones urgentes olvidan los problemas de estas personas.
En Yushu, el gobierno chino ha intervenido con rapidez y bastante eficiencia, un grupo de ONGs extranjeras trabajan en el sitio, y una gran cantidad de voluntarios, incluidas las comunidades monásticas que tradicionalmente están bien organizadas, han venido al rescate.
Por tanto, estamos planificando una asistencia de medio término para cuando nuestros colaboradores visiten el área en junio próximo. En esa visita vamos a identificar algunos proyectos para asistir a personas que todavía tienen una gran necesidad de ayuda. También consideraremos colaborar con la reconstrucción de la clínica quirúrgica con la que hemos estado colaborando hasta ahora.
El sitio de Internet Karuna-Shechen proporcionará novedades sobre estos proyectos durante el verano.