Pensamiento de la semana
Uno de los aldeanos que vino a conocer a Rabjam Rinpoché mencionó en la conversación que en Shey el dinero no les servía para nada: el paisaje es vasto y la tierra es gratuita; los yaks se reproducen cada año, por lo que no es necesario comprarlos; no hay carreteras, por lo que no es necesario tener un automóvil, y no hay electricidad, por lo que no es necesario tener un televisor o electrodomésticos.
Matthieu Ricardcarnets d'un moine errant p. 690